9 La Niña de tus ojos Dir. Fernando Trueba (1998)
Durante la Guerra Civil, el bando nacionalista no tenia acceso a los estudios de cine ya que éstos estaban localizados principalmente en las zonas controladas por los Republicanos – Madrid y Barcelona.
Cuando comenzó la Guerra en 1936, el director Florián Rey y su esposa Imperio Argentina salieron de España para vivir una temporada en Paris. Rey había tenido discusiones políticas que lo identificaba claramente como nacionalista, algo que no estaba bien visto en el mundo del cine de la época y que hacía peligroso que él estuviera rodando en Barcelona o Madrid.
Rey y Argentina ya eran muy famosos en España y América Latina por películas como La Hermana San Suplicio (1934). En 1935 Rey y Argentina estrenaron la que se considera una de las mejores películas de la época, Nobleza baturra, que se enfoca en Aragón y no Andalucía.
Como actriz/cantante/bailarina, Imperio Argentina era una folclórica, que actuaba en españoladas, que como ya hemos visto, son melodramas románticos protagonizados por actrices que cantan y bailan de forma que se asocia con la música estereotípicamente española, bailan flamenco, y se visten con los trajes típicos de las bailarinas de flamenco. Miren esta escena de la película Morena Clara (1936). Las protagonistas a veces son gitanas y los problemas que tienen en sus relaciones amorosas tienen que ver con las diferencias de clases sociales — una gitana pobre se enamora de un señorito. Son amores interclasistas. En Morena Clara, una gitana joven, Trini, y su hermano roban un jamón. Un fiscal severo es muy duro con ellos, pero luego ese mismo abogado se enamora de Trini
Morena Clara (1936), fue la película española de más éxito del momento.
Un elemento que contribuyó al éxito de estas películas musicales fue la popularidad de la radio. En la década de los 1930s, la radio empieza a ser algo común en los hogares, y las canciones de estas películas se hacen inmensamente populares, con lo cual, las actrices como Imperio Argentina no son sólo actrices, también se convierten en las artistas musicales más importantes del momento.
Al principio de la Guerra Civil, el General Franco no tenía un buen plan político. Él más que nada quería que España volviera a ser un país conservador y ultra-católico. Pero no tenía experiencia política como para poder gobernar un país ni tenía un partido político. Los alemanes no sólo le ayudaron a ganar la guerra con sus contribuciones militares, también la ayudaron a preparar un plan político y preparar la propaganda.
Para su apoyo político, Franco formó una fuerte alianza con el grupo fascista La Falange. En las últimas elecciones democráticas del 16 de febreo 1936, la Falange era un grupo marginal que había recibido menos del 5% del voto y ningún escaño en las cortes. ¿Por qué pudieron tener tanto poder político durante y después de la guerra cuando tenían tan poco apoyo popular? La Falange estaba modelada en los Nazis alemanes y los fascistas italianos de Mussolini. Por medio de esta alianza, Franco pasó de ser un general local, a un aliado de los países más poderosos del momento.
Los alemanes mandaron a sus consejeros a España para ayudar a Franco a crear una plataforma política respaldada por una propaganda eficaz. El cine era una de las armas propagandísticas más eficaces.
La primera película de propaganda para el bando nacionalista fue hecha por la Hispano Film Produktion (HFP). ‘El azote del mundo’, de 1937 muestra a los Republicanos como salvajes asesinos, mostrando cadáveres carbonizados de nacionalistas en las calles de Barcelona, y proclamando a estos muertos mártires. Los republicanos se presentaban no como gente con una ideología diferente, sino como enemigos de España que querían destruir la patria para entregarla a los comunistas. En 1938 hicieron otro film de propaganda Arriba España.https://nyti.ms/2vVwEwj.
‘Helden in Spanien’ (‘España heroica’) de 1938 fue el film propagandístico de más repercursión internacional. Marta Medina considera España heroica como “una apología del carácter español que comienza con la voz de un narrador explicando —a su manera— la historia de la nación: ‘España fue siempre un país codiciado, colocado en el mismo cruce de las más importantes vías históricas fue con frecuencia víctima de diversos pueblos que asentaron en ella sus guerras de expansión imperialista. Más la fuerza étnica del pueblo español ha sido siempre tal que todos sus dominadores acabaron por ser absorbidos por España’.” (https://www.elconfidencial.com/cultura/2018-03-14/hispanofilm-produktion-tercer-reich-arriba-espana_1528126/).
Pero la Hispano Film Produktion no sólo hizo películas de propagando política, también hicieron españoladas, algunas en versiones dobles para públicos alemanes y españoles.
Hitler en persona y su ministro de propaganda, Goebbels, estaban fascinados con Imperio Argentina. Goebbels personalmente se ocupó de que Argentian estuviera bien. Al principio surgieron
problemas porque querían que la actriz aprendiera alemán para convertirse en una estrella de cine alemana, pero ella se resistió. Al final de la Guerra Civil, Imperio Argentina y Florián Rey quisieron regrasar a España inmediatamente.
En España siguieron trabajando con éxito.
De las películas que hicieron en Alemania, Carmen la de Triana es la de más éxito.
La película está basada en la leyenda de la Carmen basada en la novela francesa Carmen de Prosper Mérimée (1845). La novela de Mérimée también es la base de una de las óperas más famosas de todos los tiempos Carmen de Georges Bizet. Esta ópera es tan tan famosa, que hasta la gente que no sabe absolutamente nada de ópera, conoce la música de Carmen.
La historia de Carmen contiene todos los estereotipos que los europeos tenían de España. Para ellos España era un lugar exótico, que no pertenecía a Europa. Incluso hay el dicho que “África empieza en la Pirineos.” En Carmen Mérimée y luego Bizet retratan una España llena de mujeres seductoras que conquistan a toreros y donde, a diferencia de los europeos, la gente vive gobernada por sus pasiones incontrolables. Carmen es la femme fatale, que seduce y devora a todos los pobres hombres que se enamoran de ella.
Es precisamente esta serie de estereotipos que les encantan a Hitler y Goebbels en 1938 y que todavía hoy fascina a muchos que ven a España como un lugar exótico. De ahí la decisión de que una de las películas que tenían que filmar en Alemania fuera una versión de Carmen, solo que para captar mejor el espíritu moral y católico de la época, al final de Carmen la de Triana, la Carmen se redime y se convierte en una buena persona.
En 1998 Fernando Trueba dirige una película que relata una versión de este episodio, para muchos desconocido, de cuando un grupo de españoles se fue a la Alemania Nazi a hacer películas.
España en la Segunda Guerra Mundial
Ante el mundo, España no participó en la Segunda Guerra Mundial, pero solo oficialmente. La postura declarada de España en la Segunda Guerra Mundial era de no beligerancia. Pero no beligerancia no significa neutralidad, como muchas veces se piensa equivocadamente. Significa que no van a participar en la lucha armada, pero que claramente quieren que ganen las fuerzas del Axis.
Durante la Guerra Civil, Hitler mandó ayuda militar a España, y ahora cuando Alemania estaba en guerra, esperaba que Franco le ayudara y también que pagara la deuda que tenía con Alemania. Pero el país y su economía estaban tan destrozados por la Guerra Civil que iba a ser difícil pagar la enorme deuda. Sin embargo, España tenía algo que los alemanes necesitaban desesperadamente – un mineral llamado wolframio. El wolframio era esencial para la industria de las armas en Alemania. Es un mineral excepciomalmente duro, liviano y que puede aguantar las temperaturas más altas sin deformarse. Al principio de la guerra, los tanques Sherman americanos y británicos no podían competir contra los alemanes blindados de wolframio. Era ideal para la fabricación de armas. Normalmente los alemenes recibían la mayoría de su wolframia de la China, pero debido a un bloqueo inglés, tuvieron que encontrar el mineral un otros países y España y Portugal eran los países europeos con más wolframio. Franco le permitió a los alemanes manejar las minas de wolframio en lugares como Galicia como forma de pagar la deuda con Hitler.
De España también salió un pequeño ejército de voluntarios llamado La División Azul. Se llama así porque los falangistas usaban la camisa azul de uniforme. Para dejar claro que eran voluntarios y no un ejército español oficial, Franco no les permitió usar el uniforme del ejército español, y les prohibió luchar contra Inglaterra o Francia. Solo podían luchar junto al ejército alemán contra la Unión Soviética y vistiendo el uniforme alemán.
En realidad, durante casi toda la segunda guerra mundial, el gobierno de Franco había colaborado con ambos partidos, para así intentar asegurar su sobrevivencia una vez terminada la guerra. Le vendía wolframio tanto a los alemanes, como a los ingleses y mantenía comunicación tanto con Churchhill como con el presidente Roosevelt.
España y el Holocausto
Uno de los grandes mitos que creó el gobierno franquista después de la Segunda Guerra Mundial es que España rescató a miles de judíos del Holocausto. Es verdad que algunos individuos españoles con puestos diplomáticos salvaron a miles de judíos, pero lo hicieron como individuos, a veces desobedeciendo órdenes del gobierno. Un ejemplo es Ángel Sanz Briz, conocido como el Ángel de Budapest.
La actividad de Sanz Briz tuvo lugar principalmente en el otoño de 1944 cuando con la guerra ya perdida, los nazis, ayudados de los fascistas húngaros llamados los Cruz de Flechas, intentaron exterminar a todos los judíos húngaros. Cuando recibe órdenes de Madrid de abandonar la delegación, confía en Giorgio Perlasca para que este ex-combatiente italiano de la Guerra Civil continúe su labor.
La primera iniciativa de salvar a los judíos no había llegado ni de Madrid ni de Budapest, sino de Marruecos cuando el 15 de junio, 1944, el General Luis Orgaz aprobó la petición de los judíos marroquiés de rescatar a quinientos niños judíos para recibirlos en Marruecos. Dada la imposibilidad del transporte, los niños permanecieron en Budapest bajo la protección de la delegación española, de esa forma implicando de forma directa a Sanz Briz, que había quedado a cargo de la delegación como encargado de negocios a partir de la expulsión del ministro. El 21 de agosto, el nuncio del Papa, el padre Ángelo Rotta inicia una serie de protestas contra las atrocidades cometidas contra todo aquel que tuviera antepasados judíos, documento que firma Sanz Briz, y también los representantes de Suecia, Suiza y Portugal. Por fortuna, las instucciones que recibiría Sanz Briz de Madrid para que moderara su postura anti-nazi se habían demorado y pudo proceder sin desobedecer órdenes.
La situación para los judíos húngaros empeoró a partir del cambio de gobierno húngaro orquestrado por los alemanes el 15 de octubre en que el Regente Miklós Horthy fue reemplazado por fanático pro-nazi Ferenc Szálasi. Dentro de España, el nuevo ministro de asuntos exteriores, José Félix de Lequerica, entendío que tras la liberación de Paris, España debería ganar méritos ante los aliados, distanciándose de los fascistas.
En realidad, durante casi toda la segunda guerra mundial, el gobierno de Franco había colaborado con ambos partidos, para así intentar asegurar su sobrevivencia una vez terminada la guerra. La participación española en el rescate de judíos le brindaba una gran oportunidad para representar a España como régimen humanitario, que había estado dispuesto a enfrentarse a los nazis. En 1949 la Oficina de Información Diplomática, emite un folleto titulado España y los judíos en que se lee
“España, imbuida de su espíritu cristiano y universal de amor a todas las razas de la tierra contribuyó al rescate de judíos y procedió más por intereses espirituales que por razones políticas o simplemente jurídicas. La ayuda de nuestro gobierno no sólo se extendió a los sefarditas dispersos por los continentes, sino también a todos los judíos cuando se presentó la ocasión, sin considerar su nacionalidad o el lugar en que se hallaban” (Baer 96).
Esta afirmación que se usó para perpetuar el mito de que el estado franquista es falsa, incluso si se estudian los casos en que individuos judíos consiguieron cruzar la península, rumbo a América o el Norte de África, sin grandes molestias, lo cual no fue la mayoría.
La delegación española en Budapest no fue la única en rescatar a judíos. Los diplomáticos españoles por todo el continente le brindaron pasaportes españoles y salvaconductos a los judíos, incluso en Berlín.
Si el Estado español ha mantenido en el olvido gran parte de su historia del siglo XX, cuando en 1986 ingresa en la Unión Europea y también establece relaciones diplomáticas con Israel, el último estado europeo en dar su reconocimiento, debe compaginar la representación de su historia frente al holocausto con la de los demás países de oriente con el mandato de nunca olvidar los horrores del pasado para que la historia no se repita. Pero no fue principalmente el ingreso en la EU, sino más bien el interés por el Holocausto en los medios globales de comunicación. Hasta hace muy poco, los españoles conocían el Holocausto principalmente por documentales americanos e ingleses y mas que nada por películas como Schindler’s List de Steven Spielberg 1993 y La vita é bella 1997 de Roberto Benigni.
Pero a veces la Historia nos brinda casualidades curiosas. Al buscar información sobre Ángel Sanz Briz en internet, es probable que también aparezca información sobre Ángel B. Sanz, personaje histórico que nos ofrece la otra cara de la moneda en cuanto a la participación de España en el holocausto. Este otro Ángel Sanz era el director general de prisiones durante la guerra civil y los primeros años del franquismo cuando “No existía interés por hacer justicia o aclarar los hechos, sino simplemente por condenar a los rojos” (132). Mientras por todo el continente diplomáticos españoles salvaban a miles de judíos, en la propia España había 194 campos de concentración por los que pasaron más de 490,000 prisioneros. El último clausurado fue el de Miranda del Ebro en 1947 que había sido construido en 1937 con asesoramiento de las SS alemanas.
Las acciones de diplomáticos como Sanz Briz tampoco compaginan con el destino de miles de republicanos y gitanos que con la coloboración del gobierno que representaban estos mismos diplomáticos murieron en los campos nazis. “A partir de agosto de 1940, con la ocupación alemana de parte de Francia, algunos destacados políticos republicanos españoles fueron perseguidos y detenidos por la policía francesa y por la Gestapo y otros muchos empezaron a ser deportados a campos de concentración alemanes. Ya en fecha tan temprana come el 6 de agosto de 1940, ingresaron en el campo de concentración de Mauthausen (Austria) los primeros prisioneros españoles”. (211) Se ha calculado que 8,964 españoles pasaron por los campos con 5,289 muertes, pero solo son los verificados, se piensa que la cifra real sería de unos 10,000. \ “Por expresa presión del gobierno franquista, los republicanos españoles fueron considerados ‘apátridas’ y llevaron en su uniforme un triángulo azul con las siglas RS (rotspanier), ‘rojo español’.” También hay que añadir a estas cifras los 35,000 refugiados españoles que fueron sometidos al regímen de trabajo forzoso en la organización alemana Todt, dedicada a la construcción de infraestructuras militares” (212). Curiosamente, en la España democrática ha sido la comunidad judía de Madrid que ha insistido en incluir a las víctimas republicanas y gitanas en sus conmemoraciones del Holocausto, y el estado español que insistentemente ha intentado excluirlos.
En la película de Fernando Trueba, hay un gesto paralelo al del estado español de equiparar las acciones de unos cuantos individuos españoles para dar la imagen de que España ayudó a los judíos en el Holocausto cuando la estrella de la película, Macarena, se compadece de los judíos que usan como extras en la película que están filmando en Berlín.