15 Volver dir. Pedro Almodóvar (2006)
Uno de los elementos más importantes en el cine de Pedro Almodóvar es el retrato de una España democrática donde conviven el presente y el pasado.
En España a partir de los 1960s las ciudades empiezan a modernizarse a gran velocidad. Las ciudades también experimentan un gran crecimiento en cuanto al aumento de población. Muchos se ven obligados a abandonar sus pueblos de origen por motivos económicos, pero, especialmente a partir de finales de los 1970s, los jóvenes empiezan a emigrar a las grandes ciudades en busca de una vida mejor. Además de ofrecer más oportunidades de educación, trabajos bien remunerados, también podían vivir una vida con más diversiones. Muchos viven una brecha generacional (generation gap) que les distancian de sus padres y abuelos. En la España posfranquista, con frecuencia esta brecha era enorme, como si en vez de haber una separación de solo una o dos generaciones, hubiera una separación de seis o siete generaciones. Muchos consideraban que tenían un segundo hogar en su pueblo, pues aunque ahora vivían en la ciudad, seguían con sus raíces en el pueblo.
Ya hemos mencionado esto al estudiar Mujeres al borde de un ataque de nervios. Aunque Pepa es una mujer moderna que ha triunfado en Madrid, todavía conserva algo del pueblo. Siente la necesidad de tener un patio grande con muchas plantas y el tipo de animal, como conejos, que normalmente se encontrarían en una granja.
En Volver, el personaje interpretado por Penélope Cruz, Raimunda, y su hija regresan al pueblo dejando atrás Madrid. En el filme a veces es difícil saber qué año se está representando (es el 2002). El maquillaje, peinado y vestuario contribuyen a que haya una confluencia de tiempos, especialmente con el personaje de Cruz. La evocación del pasado es muy deliberada. A Cruz la visten, maquillan y peinan para que se parezca a las
grandes estrellas del los años 50s, especialmente a la actrices italianas Sophía Loren y Ana Magnani. En una de las escenas de Volver, un personaje está viendo una película de Ana Magnani en la televisión, y se ve claramente a la actriz italiana en pantalla. En una entrevista con el New York Times, Almodóvar dice: “Penélope Cruz belongs to the Mediterranean
school of acting, a style that is characterized by its carnality, gutsiness, shamelessness, messy hair, generous cleavage and shouting as a natural form of communication. Anna Magnani, Sophia Loren, Claudia Cardinale, the early Silvana Mangano, even
Elizabeth Taylor and Rachel Weisz, mastered this style. Penélope’s Raimunda in “Volver” was modeled on Magnani, Loren and Cardinale” (https://www.nytimes.com/2009/02/08/magazine/08cruz-t.html). Hubo un pequeño problema que fue fácil de resolver – Penélope Cruz no tiene las curvas de estas actrices del pasado. Le pusieron un relleno debajo de la ropa por las caderas para crear sus curvas.
“A film about murder, superstition, cancer, betrayal, parental abandonment and death has no business being this cheery” (Fiona Cole https://filmandfurniture.com/2015/03/red-in-almodovar-volver/).
Como señala Fiona Cole en esta cita, en Volver encontramos una mezcla de géneros. El principal es el melodrama, ya que son historias algo improbables con una fuerte carga emocional, pero en partes también es una comedia y una tragedia. El núcleo de la trama es la violencia de género con el abuso sexual de una menor de edad. También vemos cómo sufre una enferma de cáncer. Sin embargo, el tomo es muy diferente al de Te doy mis ojos. En algunas escenas el choque entre las costumbres antiguas del pueblo con la modernidad presenta momentos cómicos. Por ejemplo, Agustina es un personaje muy tradicional que casi nunca sale del pueblo. Es la solterona que viste ropas anticuadas y sobrias. Nunca ha podido superar la desaparición de su madre. No es cómico que una paciente de cáncer fume marihuana para aliviar sus síntomas. Pero si es inesperado que alguien tan tradicional como Agustina hable del consumo de la droga de forma tan relajada.
Otro elemento importante para establecer el tomo de la película es el uso de unos colores tan vivos. Volver es una película saturada de colores. En su artículo, “Almodóvar’s Volver: Red is the Colour for Danger, Passion,
Love and Death,” Fiona Cole explica: “one of the many treats in Almodovar films aside from story, left of centre humour and visceral performances, is the hyper real art direction – the combination provides the audience with an intense hit of human life in all it’s colour”. No son sólo los colores, también es importante la forma en que se mezclan patrones y texturas que normalmente no se combinarían. Mire esta imagen de Raimunda. Vemos un suéter blanco y rojo de cuadros, flores rojas en las ventanas del fondo, y un plástico azul con redondeles blancos con flores en el centro. También vemos estas mezclas en los interiores de todos los hogares que se ven en el filme. Pero lejos de ser desagradable, estas mezclas presentan de forma visual uno de los grandes temas de Volver — que en nuestras vidas hay una confluencia de tiempos; que convivimos con el pasado, con el presente, y con nuestros muertos. Los hogares que se presentan en Volver incluyen recuerdos de las infancias de los personajes, por medio de objetos que no son modernos, texturas y colores del presente, y también recuerdos de los seres queridos que han fallecido. Todo se mezcla de forma harmoniosa. Almodóvar describe su visión de Volver con las siguientes palabras: “It’s a film about the culture of death in my native La Mancha…The way in which the dead continue to be present in their lives, the richness and humanity of their rites mean that the dead never die” (Kinder 5).